Oscar Espadas, pintor mexicano y su princesa de la carne.
Una de las misiones de toda pintura, como arte plástica, es transmitir y generar algo en el observador, es distinto el “qué” y tendrá que ver la percepción y el cúmulo de vivencias de cada espectador, pero algo es cierto, y es que no todos los pintores moverán a todas las personas de la misma forma o al mismo nivel, pero en el caso de Oscar Espadas, sus creaciones artísticas proyectan a manera de complicidad, un guiño que nos hace preguntarnos de qué estamos hechos.
Comunica de una forma casi universal (a pesar de haber gustos para todo), y con un estilo colorido, fantástico, mágico. Juega con las formas y los colores. Logra el cometido de que podamos identificarnos fácilmente con su obra.
Princesas de la carne
Lo anterior, sobre todo en sus últimos trabajos. Los cuadros de la serie “Princesa de la carne”, de Oscar Espadas. parecieran en primera instancia transgredir la vista, pero en realidad no, más bien ocasiona que nos llame la atención la princesa en cuestión. Dan ganas de acercarse para desmenuzar con el ojo el contenido, intentando encontrar un mensaje; y es que no son éstas las princesas a las que estamos acostumbrados. Da lugar cada una de sus pinturas a plantarse de frente a ellas y en verdad observarlas, en todo el sentido de la palabra. Nos invitan a la reflexión.
El mensaje es profundo pero tal vez no se encuentra tan fácil a simple vista. ¿Bisteces (sí, de res) con alas, volando alrededor de una princesa, bella, pero a quien al mismo tiempo podemos escanear como si su piel fuera transparente, para poder ver de qué está hecha? De qué estamos hechos, luego viene esa otra pregunta. Nos recuerda que somos carne, que todo es finito, pasajero, y tal vez también, así, las princesas, aunque parezcan vivir en un cuento de hadas.
Quién es Oscar Espadas y su estilo
Oscar Espadas, pintor mexicano, es Licenciado en Artes Plásticas Escuela de Pintura Escultura y Grabado “La Esmeralda” del Instituto Nacional de Bellas Artes. El artista visual se ha decidido a explorar la imaginación, los sueños (material, el cual seguramente es parte de la inspiración en su arte), porque “muchas pinturas vienen de lo onírico”, como él mismo asegura. Para mí el arte es un juego, dice en entrevista para Zygnus Gallery.
En la serie pictórica “Princesas de la carne” de Oscar Espadas hay eso, carne, belleza femenina, piel; todos, elementos estéticos que revela el autor, se atraen visualmente entre ellos, pero causando el mismo efecto en el espectador. En este trabajo, la estética formal de la ropa permanece y desaparece, el cuerpo, los músculos, el interior, es la vestimenta. Todo ello parece fundirse para entregarse en unidad a la vista.
Espadas trabaja con modelos, y su visión de esas reinas o princesas tiene que ver con algo inalcanzable, donde el cuerpo y la piel son parte de la seducción. Él dice mezclar anatomía con belleza.
Esa fusión de la piel visible con el interior que escapa a los ojos, normalmente, también invita a pensar en el alma, el espíritu, aunque éste a veces no esté dibujado en forma bajo una etiqueta a la que estemos acostumbrados.
Es fácil identificarse con las obras porque ahí, en las obras, nos encontramos a nosotros mismos.
Oscar Espadas.
Y es que las creaciones tienen su propia vida, según la visión del artista.
En la video-entrevista que puedes ver aquí, el artista plástico mexicano nos revela que a las obras las ve como una persona más, conviviendo en otros ambientes. Como un experimento social, es interesante ver cómo pasea por las calles con uno de sus cuadros, y él relata que la gente se detiene a observarlo, a observar más aún la obra de arte. Se genera algo luego de observar las piezas artísticas. Experimentar sacar el cuadro al exterior a ver qué pasa con la gente. Y entonces las pinturas toman aire también, respiran, se pasean.
En video vemos dibujando a Oscar Espadas un boceto a lápiz de una de las figuras de estos cuadros, cuya serie es muy interesante. Y para muestra, basta un botón:
De la serie “Princesa de la carne” de una edición limitada de este año 2020.
La obra nos hace reflexionar incluso de la carne como consumo. Bisteces volando alrededor de la princesa ¿hay un cielo de animales?, ¿a dónde van esos animales?. Nos hace cuestionarnos sobre eso y sobre la carne relacionada con el espíritu, porque toda carne tiene un espíritu, ¿no? La reflexión visual siempre se agradece, independientemente de los significados en una pintura.
El cuerpo es un sistema casi perfecto en su funcionamiento. Pero esa perfección está acompañada de imperfección porque igual nos enfermamos.
Así habla el pintor sobre esa representación traslucida, transparente, bonita, pero no perfecta porque tiene sus aristas. Explorar el cuerpo humano es una posibilidad infinita en el arte, en la pintura. Y se puede seguir explorando porque la psique sigue evolucionando. En este caso, es la exploración de la carne no solo desde lo estético.
Te invitamos a conocer más de su obra y también te recomendamos leer: obras de Javier Avilés.
