La escultura urbana en la Ciudad de México puede apreciarse en muchas zonas de la ciudad. Estas suelen reflejar la identidad del pueblo, además de la visión del artista. Veamos 5 de las muchas esculturas en la CDMX.

El caballito de Sebastián

Muchos de sus habitantes se remiten a una de las más famosas, cuando escuchan hablar sobre esculturas grandes: “El caballito”, y es que todos alguna vez hemos pasado por ahí y hemos visto justo la fuerza de su grandeza. Es esta una de las más conocidas, con sus 28 metros de altura, que se levanta en la ciudad. Creación del escultor mejor conocido como Sebastián, quien en realidad se llama: Enrique Carbajal, es una obra abstracta muy emblemática para los capitalinos. Está en los cruces de la avenida Paseo de la Reforma.

La pieza elogia al antiguo Monumento El Caballito que es una estatua ecuestre de Carlos IV de España, que se encontraba ahí hace mucho pero fue llevado a la Plaza Manuel Tolsá (nombre del escultor) frente al Palacio de Minería en el Centro Histórico. El reto para el artista, fue justo reemplazar en ese lugar una pieza tan importante, así que optó por un paralelo en el concepto plástico, dando con ello forma y casi vida, al Caballito amarillo de Reforma.

La Diana Cazadora, una de las esculturas en la CDMX, más importante.

Esta escultura que se encuentra en Paseo de la Reforma (cruce con Sevilla), es del año 1938 y se trata de una representación de la diosa griega Artemisa, deidad de la caza y animales salvajes. También se le conoce como: la flechadora de las estrellas del norte y fue creada por el escultor Juan Fernando Olaguíbel. Bajo la pieza, está una gran fuente (de Art Deco diseñada por el arquitecto Vicente Mendiola Quezada) que hace aún más emblemática a La Diana Cazadora. Olaguíbel tuvo como modelo de la diosa a una joven de 16 años.

El Paraguas del Museo de Antropología

En el Museo Nacional de Antropología, se encuentra en el patio central, esta gran escultura que es una columna de 28 metros (curiosamente la misma altura que “El caballito” de Sebastián). Le coronan a la pieza, tallados relieves de bronce que simbolizan la unión entre dos culturas (la española y las raíces mexicanas). Se le conoce también popularmente a esta creación artística, como: el árbol o la sombrilla.

En esta construcción se pueden apreciar las figuras del águila de nuestro escudo nacional, rostros de un indio y un español, así como el árbol de ceiba, el sol naciente y poniente, la espada que simboliza la conquista) y los guerreros naguales (Águila y jaguar). También figuran en “El paraguas”, los símbolos de un átomo, y la paloma que simboliza la paz. La escultura es una fuente invertida creada en 1964 por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, y es considerada una gran pieza no solo artística sino también de la ingeniería y arquitectura mexicana.

El cárcamo de Chapultepec

El Cárcamo de Dolores está creado con azulejos y se encuentra en el bosque de Chapultepec, en su segunda sección; se trata de una fuente escultural creada por el famoso artísta mexicano Diego Rivera, en el año 1951, con motivo de la celebración de las obras hidráulicas del sistema del Río Lerma para el abastecimiento de agua a la Ciudad de México. El Cárcamo es en sí el edificio, el mural “El agua: origen de la vida en la tierra” y la Fuente de Tláloc. Las tres forman esta monumental escultura que remite a un laberinto.

Las esculturas de Leonora Carrington

Se pueden apreciar en el Centro histórico esculturas en la CDMX de la surrealista inglesa de la que ya hemos hablado: Leonora Carrington, creadora de una de las barajas del tarot. La artista atraída a la magia y mitología celta, la alquimia y el ocultismo, plasmo dichos intereses en sus esculturas y pinturas.

Sus piezas de escultura más conocidas, son “El cocodrilo” en Paseo de la Reforma, donde también destaca su escultura “El Nahual del Mono“, mitológica escultura fantástica (se trata de un cuerpo humanoide sentado con un insecto gigante alado en las manos), y la banca “Ya no hay lugar” en la calle Guatemala, atrás de la Catedral Metropolitana. Esta creación es una banca con dorsos esculpidos de figuras fantasmales que llevan capuchas.